Tiene un poquito sobre justificacion, pero me molesta escucharlo de este modo, me molesta que ella

—Me da escalofrios, mami. Esta igual que maldecida, yo no se.

—Por que lo decis?

—Yo no digo nada. Pero aca en el barrio dicen que hace cualquier cosa por plata, que hasta va a reuniones de brujos.

—Ay, Lala, que brujos. Aca no Tenemos brujos, no te creas todo cosa.

Me dio un tiron sobre pelo que me parecio intencionado, No obstante pidio perdon. Fue intencionado .

—Que sabras vos sobre lo que ocurre en ceremonioso por aca, mamita. Vos vivis aca, No obstante sos de otro mundo.

tan sinceramente, me ubique en mi sitio, la femina de clase media que cree acontecer desafiante por motivo de que decidio vivir en el barrio mas expuesto de excelentes Aires. Suspiro.

No obstante quiero ase

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verar, reside liga a mi vivienda asi­ como esta siempre alli, sobre los colchones

—Vos trabajas muchas horas, nunca sabes que permite. Tampoco la controlas a la noche. Las personas en este barrio, mami, seri­a muy… como se dice? Ni te das cuenta asi­ como te atacaron.

—Eso. Tenes un vocabulario que da envidia, o nunca, Sarita? Es fina la novia.

Sarita esta esperando que Lala termine con mi pelo desde realiza unos quince minutos, pero nunca le molesta esperar. Hojea las revistas. Sarita es una travesti joven, que se prostituye en la calle Solis, y es muy hermosa.

—Contale, Sarita, contale lo que me contaste a mi.

Sin embargo Sarita frunce las labios como una diva de cinema mudo y no ha transpirado no posee ganas de contarme ninguna cosa. Preferible. No deseo escuchar las historias de terror de el barrio, que son la totalidad de inverosimiles y no ha transpirado creibles al igual lapso y que no me dan pavor; al menos, de aniversario. Por la noche, cuando trato de terminar trabajos atrasados y me en voz baja despierta desplazandolo hacia el pelo en mutismo Con El Fin De poder concentrarme, a veces recuerdo las historias que se llevan un tejido en voz baja. Y compruebo que la camino de calle este bien cerrada e igualmente la de el balcon. Y a veces me quedo mirando la calle, especialmente la esquina a donde duermen el pequeno sucio y su madre, totalmente quietos, como muertos desprovisto apelativo.

La noche, luego de cenar, sono el timbre. Extrano casi ninguna persona me cita a esa hora. Excepto Lala, alguna noche que se siente sola desplazandolo hacia el pelo nos quedamos juntas escuchando rancheras tristes y no ha transpirado tomando whisky. Cuando mire por la ventana a ver quien era —nadie abre la camino directamente en este barrio En Caso De Que suena el timbre cerca sobre la medianoche— vi que ahi estaba el pequeno inmundo. Corri an investigar las llaves y no ha transpirado lo deje ocurrir. Habia llorado, se le notaba en los surcos claros que las lagrimas habian traumatizado en su cara mugrienta. Entro corriendo, sin embargo se detuvo antiguamente de alcanzar a la camino de el comedor, igual que En Caso De Que necesitara mi autorizacion. O como si tuviera temor sobre seguir delante.

La ultima oportunidad que lo habia visto, llevaba puestas unas zapatillas muy novedosas

—Mi mama nunca volvio —dijo.

Tenia la voz menos aspera aunque nunca sonaba como un chico sobre cinco anos de vida.

Si, con la cabecera.

—Tengo anhelo —me contesto. Tenia temor igualmente, aunque ya estaba lo suficientemente endurecido como para no reconocerlo liga a un raro que, Igualmente, tenia residencia, una residencia linda y enorme, justo enfrente sobre su intemperie.

—Bueno —le dije—. Pasa.

Estaba descalzo. Se las habria quitado por el bochorno? O alguien se las habria robado a lo largo de la noche? No quise preguntarle. Lo hice sentarse en la silla sobre la cocina desplazandolo hacia el pelo meti en el horno un poco sobre arroz con pollo. Con el fin de la espera, unte queso en un rico pan familiar. Comio mirandome a las ojos, muy formal, con tranquilidad. Tenia deseo pero no estaba famelico.

—Adonde fue tu mama?

Se encogio sobre hombros.

Una diferente ocasiin se encogio sobre hombros. Tuve ganas de sacudirlo y enseguida me avergonce. Necesitaba que lo ayudase; no tenia por que saciar mi curiosidad morbosa. Y no ha transpirado, no obstante, algo en su mutismo me enojaba. Queria que afuera un pequeno amable desplazandolo hacia el pelo adorable, nunca este chico hosco desplazandolo hacia el pelo sucio que comia el arroz con pollo lentamente, saboreando cada bocado, desplazandolo hacia el pelo eructaba luego sobre culminar su vaso sobre Coca-Cola que si bebio con avidez, y pidio mas. No tenia ninguna cosa de servirle sobre postre, aunque sabia que la heladeria sobre la avenida iba a quedar abierta, en esti­o atendia hasta despues de la medianoche. Le pregunte En Caso De Que queria ir asi­ como me dijo que si, con la sonrisa que le cambiaba la rostro por completo; tenia los dientes chiquitos asi­ como alguno, sobre abajo, se le estaba por caer. Me daba un poquito de miedo proceder tan tarde y encima hacia la avenida, sin embargo la heladeria solia acontecer territorio neutral, casi nunca habia robos alla, tampoco peleas.